lunes, 21 de marzo de 2011

fragmento de Escalar el vértigo

Cuando el sueño calma los dolores, nos hallamos ante un buen síntoma.

                                                                                           Hipócrates

Crece la hoguera de las serpientes

en los delirios de los enfermos

y las dolencias son reducidas a sueños

que marginan la premura terrible de la ciudad

y se precipitan sobre pasillos lejanos


Han de quedarse quietos los instantes de la lucidez

como el sonido del sol en el vértigo de la tierra

porque prefiguran espejismos en la volición de los desamparados

como antiguas campanas cuyo crepitar herrumbroso

no se olvida

cuyo significado atesora la humedad de las ruinas

y el efecto de la ceniza sobre la memoria


Se acerca el sueño para cubrir

los agitados sentidos de la desolación

Los pacientes se han alejado

y el horizonte con su permanencia

borra la blancura instantánea de sus pasos


La luz se limita al hilo de plata

que sostiene a un silencio plúmbeo

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